viernes, julio 01, 2005

En el limbo

Miles de relojes no alcanzaron para despertar a mi ángel,
y el teléfono sonaba toda la noche.
Solo era el diablo cada vez diciendo que iba a tener que esperarlo.

Entonces fue que caminé empujado por la monotonía y la imparcialidad,
Salí buscando un rincón mientras desaparecía entre la espesa niebla;
la niebla con la que inundó el paisaje tu falta de atención.
Encontré un cómodo rincón cálido y acogedor donde me incorporé,
mientras, la niebla acumulaba agua en mis pulmones tapando bronquio a bronquio.

Al final empecé a sentir el sueño, poco a poco, hasta dormirme por completo.
Comencé a caminar muy tranquilo por ese largo túnel con el resplandor a final,
pero no vi ni un recuerdo, solo el resplandor al final y el humo de mi cigarrillo.
De repente, una luz aún mas brillante parpadea desde mis espaldas, de donde vine.
Parecían miles de faros y balizas, como si alguien estuviese buscándome,
así que solo por curiosidad me volví.

Casi llegando al comienzo, siento ese olor particular tan atractivo,
sin aguantarme comencé a correr a las luces sabiendo que el ángel había despertado.
Completamente desesperado me tropezaba tratando de llegar al fondo,
donde me buscaba desoladamente mi ángel despierto.
No tardé en llegar, que bueno era estar nuevamente.

El teléfono sonó toda la noche pero no atendimos ni desconectamos...
seguro era nuevamente el diablo que me consolaría en la mañana.
En la mañana mi ángel seguro volvería a dormir.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo llamaría a tu casa sólo para avisarte q tu ángel tendría q laburar las 24 hs.

7/11/2005 1:26 p.m.  
Blogger Sleeping Horses said...

De hecho renunció... creo que lo hechó el de la guarda.

7/11/2005 3:43 p.m.  

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